El vitíligo, como ya anteriormente he comentado en el artículo «Vitíligo y micropigmentación»es una enfermedad que afecta a la pigmentación de la piel y que se muestra con manchas de color blanco.
Hay que tener en cuenta que no todos los vitíligos se pueden pigmentar, ya que hay que valorar la dimensión, la localización y la evolución (cuánto tiempo lleva estable)
Vitíligos de poca extensión son los más recomendables para micropigmentar.
Con la Micropigmentación se logra camuflar el defecto simulando que quede lo más parecido a la piel sana.
Este tipo de tratamiento precisa de varias sesiones (lo cual en ocasiones llega a hacerse pesado), entre 2-4 con un intervalo de 21 días entre sesión llegando a durar aproximadamente 1-4 años (es recomendable un repaso al año o año y medio) todo depende de la zona a pigmentar, también hay que tener en cuenta que él vitiligo, debido a su componente auto inmune rechaza el pigmento, en estos casos, si tras la primera pigmentación el color no se fija, es mejor ser sensatos y no seguir, pues se rechazara siempre y lo que se hará si se insiste es dañar la piel desmielinizada .
Una consideración a tener en cuenta es en zonas de vitíligo muy extensas, en ese caso se dividirá la zona en subzonas y se irán pigmentando esas subzonas con un periodo de 3-5 días cada sesión, es mejor dividirlas para que no se le hagan muy pesado al paciente y también por la respuesta que genera el organismo ante la agresión que supone realizar una micropigmentación (lo recomendable es que la sesión no exceda de los 120 minutos)
Es muy importante en este tipo de tratamientos seguir muy detalladamente los cuidados previos a la micropigmentación y los cuidados posteriores, ya que, si no se llevan correctamente a cabo, puede ocurrir que no se obtengan los resultados esperados, (infección, perdida de color…) o que se prolonguen el número de sesiones hasta lograr el resultado esperado. Aunque no hay que olvidar que el color nunca va a ser el mismo, sino muy similar.
Entre los cuidados previos están mantener una piel muy hidratada, tanto con cremas como con una correcta alimentación, en la que haya una adecuada ingesta de frutas y verduras.
Y como cuidados posteriores están la limpieza de la zona tratada con solución salina y la aplicación de pomada antibiótica, como mínimo tres veces al día, durante al menos una semana hasta que se caigan las microcostras, para evitar la infección, ya que si se infecta la zona el pigmento no prenderá y caerá. Habrá que mantener la zona cubierta con una gasa o una venda, evitando la utilización de apósitos o esparadrapos ya que pueden irritar la piel, al menos los tres primeros días. Se podrá mantener al descubierto (después de tres días), siempre que se eviten rozaduras (sobre todo rozaduras con prendas de ropa) o que no tenga exposición a agentes químicos. Una vez terminada la aplicación de la pomada antibiótica (que es aproximadamente cuando ya se han caído las costras), habrá que mantener la piel muy hidratada y aplicar pantalla solar, puesto que la piel pigmentada no posee melanina.
Tras la realización de la micropigmentación no ducharse ni mojar la zona en ese mismo día. Podrá ducharse el día siguiente pero sin utilizar jabón en la zona tratada al menos durante tres días.
En los días posteriores a la pigmentacion (al menos durante una semana) es recomendable, para que no se infecte y para que no haya interacciones con el color, no meterse en piscinas, pues el cloro puede interaccionar con el pigmento.