Hoy quiero hablar sobre una de las aplicaciones de la micropigmentación, la micropigmentación oncológica.
Como su nombre bien indica, está destinada a los procesos oncológicos, con fines reconstructivos, de camuflaje y reparadores.
Muchas veces se oferta «micropigmentación oncológica», pero para poder ofertarlo, en primer lugar hay que saber qué se está haciendo y a quién se la va a hacer.
Entre los tipos de micropigmentación oncológica están:
- Con carácter de camuflaje las cejas oncológicas y el delineado del párpado para simular la caída de pestañas. Enlas cejas oncológicas lo que hacemos es una micropigmentación de marcaje de la ceja previa al ciclo de quimio y/o radioterapia, de forma que cuando la persona se ha sometido al ciclo, y se le empiezan a caer los pelos de las cejas, no vea ese impacto de la cara sin cejas y se sienta aún más marcada por los efectos secundarios del tratamiento. Tras el tratamiento, con los meses, les volverá a salir el pelo. En el caso del delineado, se dejará marcado el contorno el ojo, de forma que dé sensación de ojo poblado (las pestañas no suelen recuperarse).
- Con carácter reparador o reconstructivo nos encontramos con la reconstrucción de areola y pezón con micropigmentación tras reconstrucción mamaria (cáncer de mama) y micropigmentación de cicatrices resultantes de la cirugía en los casos que se haya llevado a cabo
Lo primero que debemos de saber, es que este tipo de micropigmentación no se puede «hacer a la ligera» ya que vamos a tratar con personas que tienen un problema de salud, y un problema muy grande. Que han pasado y están pasando por una gran ansiedad, un gran estrés, tienen miedo hacia qué les va a pasar mientras se someten al tratamiento, no saben si se van a curar o no, tienen dudas, han pasado por una fase de negación sobre la enfermedad, lo empiezan a «aceptar» y nosotros tenemos que saber cómo ayudarles, y además están, en su mayoría, débiles por el tratamiento que están recibiendo.
Suelen tener más dolor (en los casos de tratamientos de cejas o delineado de ojos antes de quimioterapia), pues están más sensibles, además toman tratamientos que pueden alterar la micropigmentación. En ocasiones no se les puede dar los repasos, por su situación de salud.
Les dan quimio y/ o radioterapia, la piel se reseca más, y está más debilitada.
Hay que tener un especial mimo y delicadeza a la hora de realizar la técnica, la desinfección de la zona es muy importante, el lugar donde se realice (jamás a domicilio) hay que evitar infecciones, (suelen estar más inmunosuprimidos) Por eso no todo el mundo debe de ofertar este servicio, y tampoco se puede dejar hacer en manos de cualquier persona, hay que saber a quién se acude. Este tipo de tratamientos es preferible que lo realicen personal sanitario, por ejemplo enfermeras especialistas en enfermería dermoestética o enfermeras especialistas en micropigmentación, ya que conocerán el tipo de enfermedad con el que se van a encontrar, van a tener conocimientos sobre el tratamiento que está recibiendo esa persona, el estado en que se encuentra la piel, el tipo de cuidados que haya que dar, también conocerán el estadío de la enfermdad y sabrán, por lo tanto cómo actuar (en ocasiones no se puede realizar, y también hay que saber decir que NO).
La micropigmentación de cejas y de párpado oncológicas, ayudan a que el tratamiento sea más llevadero, ya que lo que se pretende es disminuir el impacto visual que generan estos tratamientos sobre el rostro.
El rostro característico de una persona que está en tratamiento de quimio y/o radioterapia es alopecia en cabeza, alopecia en cejas y caida de pestañas. El disimular ese aspecto ayuda un montón para poder afrontar mejor ese estado de enfermedad (mirarse al espejo y verse sin cejas recuerda, de forma constante el estado de enfermedad, que se asemeja a algo negativo, el verlo disimulado, ayuda a afrontar esa negatividad de la situación).
La micropigmentación en las cicatries ayuda a disminuir el impacto psicológico que ha dejado esa enfermedad. La cicatriz sigue ahí, pero camuflada. Esa cicatriz recuerda a la enfermdad, a su paso por el quirófano…. El taparla para disimularla, porque insisto, no desaparece, ayuda a recuperar la autoestima y a poder «olvidar» ese recuerdo negativo de la enfermedad.
Por último la micropigmentación de las areolas y pezón tras mastectomía y reconstrucción mamaria, ayuda a volver a reconocerse ante el espejo, a recobrar la identidad del YO. Una identidad que se cae en el momento en que diagnostican un cáncer de mama, y todo el proceso por el que pasa una mujer (quimio, radioterapia, mastectomía y reconstrucción mamaria), pero no se recupera el concepto de nuevo del YO hasta que se lleva a cabo la pigmentación de la areola. Porque aunque se haga una reconstrucción mamaria, hasta que no se hace la pigmentación, no se reconoce la mama o seno, de nuevo como el propio, con identidad femenina.
La mama o seno, es símbolo de identificación femenina, unos senos completos con su areola y pezón es lo que más identifica a una mujer, si ésto, por una enfermdad, se ve alterado, altera también la autoestima. Por eso, cuando una mujer acude a nosotras para una reconstrucción areolar, debemos de saber qué es lo que le ha pasado, su tratamiento, las cirugías, el tipo de piel, su estado emocional, su estado de salud, si es una piel radiada, si no se ha radiado, el tipo de reconstrucción mamaria que le han realizado (las reconstrucciones mamarias pueden ser de varios tipos, debemos de saber el tipo de reconstrucción que se ha empleado y, además, la procedencia de la piel de la reconstrucciónn pues no es lo mismo pigmentar en una reconstrucción mamaria en la que se ha empleado una prótesis y se ha mantenido la piel de esa mama de origen, o si la reconstrucción mamaria se ha hecho con un colgajo y se mantiene la piel de la mama, o si ese colgajo tiene una isla cutánea. Deberemos de saber la procedencia de esa piel de la isla cutánea, si es de la espalda, del abdomen, del glúteo…Porque cada piel pigmenta de una forma diferente), si está tomando algún tratamiento como es el tamoxifeno, si está previsto una nueva cirugía, el tiempo que ha transcurrido desde la última intervención quirúrgica de esa mama… Por eso mismo, este tratamiento, insisto no se puede también ofertar a la ligera, y quienes demanden este tipo de tratamientos, también deben de saber a quién deben de acudir.
No es lo mismo una micropigmentación estética a una persona sana, que sí lo puede realizar un técnico en micropigmentación, pero cuando hablamos de micropigmentaciones oncológicas y paramédicas es preferible acudir a personal que además de ser especialista en micropigmentación sea sanitario, porque tratamos con personas enfermas.
Es muy importante unos cuidados previos (hay que preparar la piel) y posteriores, tanto de la herida, como de la piel,y un seguimiento continuado.
Desgraciadamente, hay personas que acuden a nosotros para hacerse unas cejas oncológicas, y que a los pocos meses nos enteramos que ya no están aquí, por eso mismo, este tipo de tratamientos específicos hay que darlos con mucho cuidado y prudencia, personas aptas y capacitadas para ello.
Como resumen y conclusión, cuando se oferta una micropigmentación oncológica, no todas las personas están capacitadas para poder hacerlo, ya que hay que hacer una valoración integral e integrada de la persona, y unos cuidados previos y posteriores, así como un seguimiento. En estos tratamientos hay un gran componente emocional, no es lo mismo una micropigmentación estética a personas sanas que una micropigmentación paliativa y reconstructiva a personas enfermas o que acaban de superar una enfermedad. Y no olvidar jamás que tratamos con personas, y que tal vez un día podamos ser nosotros los pacientes, y nos gustaría que nos lo hiciesen en las mejores condiciones, personal altamente cualificado y que además sepa empatizar.
Si teneis una duda, necesitais más información, o quieres aprender más sobre este tema de micropigmentación oncológica, o necesitas una micropigmetación oncológica, puedes escribirme tras este post o contactarme en el formulario de contacto.
Espero que os haya sido útil toda esta información.
Bajo estas líneas os muestro un caso de micropigmentación oncológica de una areola tras reconstrucción mamaria realizada por mí. Se observan los efectos 3D e hiperrealistas, y proyección del pezón.