Borrado de tatuaje para cover-up

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La palabra “cover up” deriva del inglés y significa cubierta, y probablemente esta técnica nació fruto de la necesidad de tapar o cubrir un viejo tatuaje por otro mejor.

Es importante tener en cuenta, que un tatuaje viejo no se puede tapar fácilmente con otro tatuaje sin más, ya que la tinta antigua subirá a la superficie y nublará el nuevo tatuaje. Para que los resultados sean buenos hay que tener imaginación en el nuevo diseño, pero sobre todo la necesidad de hacer una valoración de lo que ya existe para saber lo que hacer en cada caso, ver si tiene volumen, lunares,  si la tinta del viejo tatuaje  a cubrir es muy oscura, tamaño, forma, si es en blanco y negro ó a color, si es de color qué colores predominan, si esta centrado o desplazado, qué clase de diseño lleva y qué tipo de diseño quiere llevar a partir de ahora. Todo eso es necesario para poder llevar a cabo una buena cubierta, siendo una buena cubierta aquella que no deja ver el tatuaje anterior..

Hay que tener en cuenta a la hora de hacer un cover-up que las tintas oscuras,como por ejemplo la negra, sube a la superficie, y no dejara que una tinta mas clara cubra la anterior, el nuevo tatuaje tiene que ser diseñado de forma estratégica, realizando el diseño principal en zonas limpias, y rematando la cubierta con los acomodos, diseños que acompañan a la figura principal, y estos se encargaran de cubrir lo que se quiere tapar, siempre evitando que las tintas nuevas mezcladas con las viejas lleven a un tatuaje incompresible.

Con el borrado láser para cover-up, se pretende  que baje el color de inicio (del tatuaje antiguo), de esta forma se podrá hacer el cover más fácilmente y se podrán usar tintas con colores sobre una superficie ya tatuada, porque el color está rebajado, e incluso eliminar zonas del tatuaje anterior que puedan interferir en la creación del nuevo.

El número de sesiones variará dependiendo del tipo de tatuaje que exista de base, y el tipo de tatuaje nuevo que se quiera realizar. Para ello es muy importante la comunicación entre el tatuador y el técnico en borrado láser de tatuaje ya que habrá que marcar un objetivo final.

Otro aspecto en tener en cuenta es que hay que respetar los períodos entre sesiones, que es un mínimo de seis semanas, y el día que se vaya a tatuar, que siempre transcurrirán las mismas 6 semanas, es decir si se precisa de dos sesiones se dará una sesión, transcurrirán seis semanas, se dará una segunda sesión y tras seis semanas se podrá ya realizar el cover-up. Estos tiempos hay que respetarlos, ya que es aproximadamente el tiempo que tarda el organismo en recuperarse de cada sesión.